domingo, 1 de febrero de 2015

Goyo, hoy tengo malas noticias




Goyo, hoy tengo malas noticias


Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE


Querido hermano, hoy tengo malas noticias. Uno de los que contribuyeron a matarte, a ti y a otros cientos, ocupa desde el martes el escaño que te arrebataron a balazos en aquel restaurante donde comiste por última vez. No le conozco y tampoco le había visto antes. Se llama Iker Casanova, es de Baracaldo y tiene 41 años, 15 menos que los que tú hubieras cumplido el próximo mes de julio.
Ayer, cuando leí que un condenado por terrorismo volvía al Parlamento Vasco, no pude evitar acordarme de ti. Tampoco de tus compañeros socialistas en la Cámara de Vitoria Enrique Casas y Fernando Buesa. Al primero lo mataron a tiros en su propia casa; al segundo lo asesinaron con 25 kilos de explosivos y bolas de metralla que también se llevaron por delante la vida de su escolta Jorge, un chaval de 26 años.
He pensado en vosotros e inmediatamente en las palabras que esa gran mujer Pilar Ruiz, madre de mi querido amigo Joseba Pagaza, le dijo a Patxi López cuando éste se encontraba reunido encabezando una delegación del PSE con Batasuna, en el hotel Amara Plaza de San Sebastián: “Ya no me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son”. Desde entonces ha llovido mucho. Joseba, como tú, fue asesinado a tiros y la Batasuna de entonces –el brazo político de ETA–ha vuelto al Parlamento Vasco para decirnos todos los días que lamentan que ETA os matase, pero que vuestras muertes fueron parte de una estrategia legítima, noble y hasta honorable.
Tú, Enrique, Fernando, Jorge, Joseba… Vuestros asesinatos se han convertido en los méritos que un parlamentario vasco debe alcanzar para ser designado miembro de la Cámara de Vitoria, una Cámara de la que os borraron a golpe de las mismas balas que hoy aúpan a un condenado por terrorismo a ostentar la representación pública de los mismos ciudadanos a los que ETA sometió durante 50 años.
Como sabes, hubo un tiempo en que nos prometieron Justicia, e impulsaron una ley de partidos que promueve actuaciones contra organizaciones políticas que busquen utilizar las instituciones para honrar a quienes os mataron. Todo eso, Goyo, ha quedado ya en papel mojado. Ni aquélla ley, ni las sentencias se aplican. Sé que te dolerá, pero quien ha aparecido entregando el acta de parlamentario vasco a Iker Casanova ha sido un compañero tuyo de partido. Sé que para él no habrá sido plato de buen gusto; tampoco para mi, ni para Ana, ni para tu madre, ha sido agradable ver tomar posesión de su cargo a un etarra que justifica que estuvo bien mataros para cambiar la historia, para ocupar vuestros sillones, y así, tan fácilmente, quitaros de en medio de esa la que fue vuestra casa: el Parlamento Vasco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario