¿Crisis o vuelta a la normalidad?
Extracto del artículo de Ignacio Suárez-Zuloaga en El Correo.
La crisis del 2008 quedó atrás
y ahora padecemos la dura resaca. La forzada austeridad nos ha devuelto a lo
que realmente somos: un país medianamente rico, con baja productividad e
innovación, situado en la periferia de Europa, y tremendamente endeudado.
No hay que confundir deseos con
realidades. Se pueden proclamar todas las “conquistas sociales” que se quiera y
escribir en las constituciones, que si no hay una economía que las mantenga,
resultan ilusorios brindis al sol.
Lo que los dirigentes no
quieren admitir ante el electorado es que el Estado de bienestar que
pretendemos mantener a toda costa fue producto de una macroestructura que ha
desaparecido y que es irrepetible.
El Estado de bienestar resultó
sostenible hasta finales del siglo XX debido a las abismales ventajas
competitivas que durante décadas tuvieron las potencias europeas respecto del
resto del mundo, sólo comparables a las de EEUU y Japón.
Nuestro reto urgente es cambiar
expectativas y actitudes. Hablarles claramente a los trabajadores sobre la
nueva situación, elaborar un “presupuesto base cero” de gastos financiables con
los ingresos previsibles, repartir derechos y responsabilidades racionalmente y
ponerse a trabajar todos juntos con la mayor ilusión. Todo lo demás, verborrea
populista, alargar un poco más una fiesta agotada, y procurar no estar al
frente de la orquesta cuando vuelva a
detenerse abruptamente la música.
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