"Democracia y Justicia"
LUIS MARÍA ANSON
El Mundo (31 dic. 2018)
Los medios de comunicación han reproducido a lo
largo de la pasada semana la respuesta de Torra al Rey: "El
problema de Cataluña no es la convivencia sino la democracia y la
Justicia". Tiene razón Torra. Toda la razón.
El problema es la Justicia, porque el presidente marioneta de la
Generalidad debería estar o en la cárcel, como Oriol Junqueras, o
prófugo como su caudillo Carlos Puigdemont. El presidente títere
de la Generalidad es carne de prisión. Lleva meses extramuros de
la Constitución, haciendo toda clase de trampas y jugarretas. Recrea
patrocinios, otorga subvenciones, reabre embajadas, hace visitas y
desplantes, todo ello en favor de la secesión. La Fiscalía debería
haber denunciado las maniobras del racista Torra y los jueces
decretar su prisión preventiva, conforme a las exigencias del Estado
de Derecho.
Joaquín Torra tiene todo el derecho a defender la
independencia de Cataluña, pero ateniéndose a lo que exige el
artículo 168 de la Carta Magna: plantear la secesión en el Congreso
de los Diputados con la reforma de los artículos correspondientes de
la Constitución, obtener los dos tercios favorables del Congreso y
los dos tercios del Senado. A continuación, acudir a elecciones
generales inmediatas. Y conseguir los dos tercios del nuevo
Congreso y del nuevo Senado. Superados esos obstáculos, se
celebraría referéndum nacional para que todos los españoles,
libres e iguales ante la ley, decidieran aceptar o no la propuesta
secesionista de Torra. Eso es lo que exige la Constitución. Así
que, en efecto, problema de Justicia, porque el presidente racista
debería acompañar en la cárcel a Oriol Junqueras, pues, como él,
participa presuntamente en un golpe de Estado, en clara actividad de
rebelión, sedición y prevaricación.
Problema de democracia también, porque el
títere manejado por Puigdemont no acata las leyes derivadas
de la voluntad general libremente expresadas. Y esa es la primera
exigencia de la democracia. Torra es un azote para la convivencia, la
concordia y el funcionamiento democrático. No está en la cárcel
porque Sánchez ganó la moción de censura gracias a los diputados
secesionistas; porque los sigue necesitando para satisfacer su
obsesión patológica de permanecer en el poder. En otra
circunstancia, el Estado de Derecho habría colocado ya al presidente
racista entre rejas.
*Luis María Anson, de la Real Academia Española.
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