jueves, 14 de septiembre de 2023

Conciencia y ética

 Conciencia y ética

La conciencia está guiada por la ética. La ética nos informa sobre los principios que delimitan el bien y el mal. Por tanto, la ética ilumina nuestra conciencia. Pero, nuestra conciencia puede estar contaminada por el mal. En cambio, el bien nos orienta hacia la virtud y nos lleva a practicar una conducta sana en todos los ámbitos de la vida. La conciencia necesita del discernimiento para diferenciar el bien del mal.

Puede haber conciencias buenas o malas. Y esto tiene que ver tanto a nivel individual como con la conducta seguida en la vida social o política. Una persona debe ser consecuente con lo que le guía su conciencia. Si esta es una conciencia buena se dice que se comporta de una manera digna. En caso contrario, lo hará indignamente. Y si encima no es consecuente con sus actos además será un hipócrita.

Sócrates es considerado el padre de la ética, aunque fue Aristóteles el que le dió forma en su “Ética para Nicodemo”.

La ética universal a seguir en nuestros días está plasmada en la declaración de los derechos humanos reconocidos por la ONU. Estos derechos están influídos por la herencia que ha ido forjando el cristianismo a lo largo de los siglos.

Por su parte la ética cristiana se materializa, en lo que considera como virtudes y defectos o pecados a evitar, en los diez mandamientos, que guían las conductas sociales, y en los 7 pecados capitales y sus virtudes correspondientes, que lo hacen con las condustas individuales.

El que no sabe distinguir el bien del mal se conduce de una manera amoral, más le valiera no haber nacido.


José Bidaria

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