lunes, 23 de septiembre de 2019

La ETA sigue ahí


La ETA sigue ahí



Federico Jiménez Losantos – El Mundo (23-9-2019).



La izquierda, cada vez más sectaria y ajena a la nación política de la que debería formar parte, ni dice ni hace nada ante el intento de la última fachada política de la nunca arrepentida banda terrorista ETA: que el Parlamento Vasco prohíba la presencia política de PP, Cs y Vox en la inmediata campaña electoral. El PNV ha hecho lo de siempre: recoger las nueces de sus aliados de raza y sangre, términos que se invierten cuando hablan los asesinos de sí mismos. Pero lo realmente grave es que el PSOE y los comunistas de Podemos, que se han hartado de decir que la ETA ya no existe y que sus víctimas quieren seguir viviendo de sus muertos -hay casi 400 asesinatos por juzgar, pero ellos sólo piden justicia para los cientos de miles que, desde ZP, pueblan las cunetas de la Guerra Civil- callan ante el intento bildutarra de prohibir parlamentariamente la actividad de tres partidos españoles con 11 millones de votos. El alarde despótico de la banda hunde el argumento de la propaganda izquierdista y nacionalista según la cual los etarras están ya integrados en el sistema democrático. Ni lo están ni lo estarán. Pero esta izquierda vil ni los combate ni los combatirá.

Mientras Sánchez Pérez-Errejón pretende convencernos por dos meses de que defiende la nación, la Constitución, la propiedad y la libertad de todos, el PSOE asume la táctica del PNV: mirar a otro lado cuando "los chicos de la gasolina", como llamaba festivo Arzallus a los gudaris del tiro en la nuca, atacan a sus rivales en las urnas. Hasta ahora, sólo los nacionalistas -todos- se beneficiaban del terrorismo mayor o menor de los etarras. Ahora lo hace la izquierda en pleno, que en Navarra abandera María Chivite. De resistir con Redondo Terreros, Víctor Manuel Arbeloa o Enrique y Fernando Múgica, ha pasado a unirse a esta empresa de destrucción nacional e intoxicación liberticida. Qué asco.

Y a rebufo de la izquierda, los titiriteros. Acerca de su película sobre la Guerra Civil, dice Amenábar que "a su generación se le ha ocultado la guerra". El fatuo no ha leído nada de lo mucho que muchos escribimos. Karra Elejalde lo aclara y otegiza: "Ésto no se ha movido un milímetro en 83 años". Zoquete aritmético: 200.000 vascos fuera de su tierra, casi mil muertos, miles de víctimas...

Aquí lo único que no se mueve es la ETA. Y la gentuza.

domingo, 22 de septiembre de 2019

El frente vasco

El frente vasco

  • FERNANDO PALMERO - El Mundo, 22 de septiembre de 2019.


No son pocas las naciones que a lo largo de la historia han alzado sus fronteras o han consolidado sus regímenes sobre el asesinato de sus enemigos. Cuando en uno de sus consejos, Critias, uno de los Treinta, tomó la palabra, justificó así la imposición de la tiranía sobre la democracia ateniense: "Consejeros, si alguno de vosotros considera que mueren más de lo que sería conveniente, reflexione que donde hay cambios de régimen en todas partes ocurre eso (...) Y si vemos a alguno opuesto a la oligarquía, en cuanto podemos le quitamos de en medio; y mucho más aún nos parece justo que sea castigado si uno de nosotros mismos ataca a este régimen". Era el año 403 a. de C. Al poco, la democracia fue restituida en Atenas y pudieron volver los desterrados. Se impuso, sin embargo, una amnistía que vino acompañada de un resignado silencio sobre los crímenes cometidos. Para vivir «pacíficamente», como relata Jenofonte en el segundo libro de las Helénicas (Gredos).

Muchas generaciones de europeos sufrieron a lo largo de los siglos XIX y XX las sangrientas consecuencias de la creación de los nuevos Estados europeos. Y en España, hemos llegado al siglo XXI asumiendo como normalizado el olvido impuesto en el País Vasco. Allí, el nacionalismo, después de cincuenta años de crímenes, exige impunidad para los criminales encarcelados. Al fin y al cabo, argumentan los nacionalistas, su proyecto separatista viene avalado por los electores de la comunidad autónoma. Y es el pueblo, encarando en sus líderes, el que dicta la ley. Así ha sido siempre para el nacionalismo. El socialista. O el conservador.

Desde la tribuna de invitados, por eso, el terrorista Otegi y el aranista Ortuzar, asistían el viernes en el Parlamento vasco al anuncio del nuevo estatuto para finales del mes de noviembre. Amparado en el respeto a "los derechos históricos de los territorios forales", que garantiza la Disposición Adicional Primera de la Constitución, el lehendakari Urkullu anunció que el nuevo texto incluirá el derecho de autodeterminación y la celebración de una "consulta habilitante", antes de que el nuevo Estatuto sea remitido a las Cortes Generales. De esta forma, violentando el orden constitucional, sólo el pueblo vasco dirá si es legal o no este nuevo régimen que mantendrá, a partir de entonces, una relación "bilateral con el Estado". Se evitan de esta forma, lo que le ocurrió a Ibarretxe en 2005: que el Congreso les diga que no es constitucional.

El frente vasco, mejor organizado que el catalán, será el primero en romper el Estado. Demostrando, como explicaba Critias, que toda nación se edifica sobre cadáveres.