martes, 17 de noviembre de 2015

Religión en el gimnasio.

Religión en el gimnasio.


Carlos Herrera (XLEl Semanal-15-11-2015)


Estaban tardando. Conociendo el tic nervioso del socialismo de Sánchez por asemejarse a la izquierda más rancia, raro parecía que no abrieran el melón religioso con vistas a las próximas elecciones generales. Dispone el PSOE que a partir de su victoria en las elecciones del próximo diciembre la asignatura de Religión será eliminada tanto en los colegios públicos como en los privados. Incluidos, por supuesto, los religiosos. Todo ello con el objeto de construir el Estado laico al que aspira la izquierda más severa de España. Vayamos con las consideraciones.
 
Convendría diferenciar 'laicidad' y 'laicismo'. Lo primero es separación de Iglesia y Estado con el debido respeto entre ambas instituciones y lo segundo es manifiesta hostilidad al hecho religioso. El Estado español es, por mandato constitucional, aconfesional, no laico. No es hostil con la confesión católica. Tampoco con las demás. Pero tiene en cuenta la tradición cultural y religiosa de sus ciudadanos. En virtud de ello, establece una serie de acuerdos con la Santa Sede que algunos insisten en llamar «concordato» los cuales establecen las pautas de la relación correcta entre ambos, y no son un capricho eventual de redactores de programas de partidos.
 
Todo progre que se precie responde con un reflejo inmediato a la primera intención que alumbra su propuesta: suspender el concordato con la Santa Sede. Sea en una asamblea en plaza urbana, sea en proclama programática, sea en café de artistas a media tarde, el comando de la pana propone inmediatamente derogarlo. Y prohibir los toros, claro; pero esa es otra.
 
¿Alguien cree que un colegio de maristas o escolapios, amparados por los acuerdos internacionales vigentes y por el sentido común, va a renunciar a impartir enseñanza religiosa en sus aulas? La religión y las circunstancias que han acompañado al ser humano desde que decidió establecer una relación con Dios son un caudal de información imprescindible para entender las culturas clásicas y contemporáneas. Y hay que estudiarlas, por mucho repelús que produzca a tanto hipersensible anticlerical. La interpretación del mundo es necesario verla a través de los ojos de la religión, entre otros crisoles. ¿O cómo se creen estos sandios que se construyó Europa?
 
Pretender que el magma religioso se estudie en el gimnasio y a las ocho de la tarde en el caso de los colegios religiosos es pretender un absurdo. Que las señas de identidad de su condición de izquierdista sean arrinconar la religión, o directamente disolverla, y luego que no pueda hacerlo como ocurrió con Felipe o ZP, demuestra cierta levedad política. Todo son gestos para convencer el recio espíritu anticlerical de sus supuestas bases más izquierdistas y, en el fondo, una monserga que después no va a cumplir. Si gobierna, claro.
 
Como «Podemitis» calificaba el hecho el gran Ángel Expósito hace pocos días en la radio: como un tacticismo destinado a rascar seguidores por su izquierda, a la que seducir con argumentos infantiles del jaez de «yankees go home». Poco más que laicismo mitinero basado en una primaria reacción anafiláctica a lo religioso, habida cuenta de que nadie está obligado a cursar la asignatura de Religión; una materia, por cierto, que no contempla catequesis que se imparte en las parroquias y que, en cambio, ofrece muchas de las explicaciones históricas necesarias para la traducción de los hechos contemporáneos. ¿Cómo no se va a saber quién era Abraham y lo que supuso como germen de las tres grandes religiones monoteístas?
 
Ningún estudio internacional de los que pone a parir el sistema educativo español dice que ello sea culpa de los estudios de la asignatura de Religión. Que imparten, por demás, profesores profesionales, no curas ni monjas. La Iglesia no representa en España ningún problema para el desarrollo de los estudiantes pendientes de desasnar ni para el desarrollo individual de las personas. Con lo que hay que preguntarse si esa antigualla argumental es todo lo que pueden ofrecer. ¿Hay alguien ahí? ¿Tienen alguna ocurrencia más, aparte de las tradicionales pamemas de distracción que caracteriza a la pacata izquierda española?

viernes, 25 de septiembre de 2015

Adiós, Artur Mas.

Adiós, Artur Mas

 

Jorge Bustos, El Mundo (25-9-2015)


Rompiste primero con tu palabra de aplicado contable, cuando escribiste que la independencia era un anacronismo. Rompiste con tu destino estrictamente autonómico. Rompiste tu programa, el mandato de los votantes, la representación de todos los ciudadanos de Cataluña. Rompiste con la vergüenza, con la responsabilidad, con las funciones profesionales que estipulaba tu contrato con el Estado.

Cuando el vértigo de la ruptura terminó de poseerte, decidiste romper con todo. Quebrar la Constitución, partir tu partido, desanudar los afectos con el resto de españoles, introducir la división en las familias catalanas. Encabezaste un frente antisistema: ¡tú, burgués canónico, que eres el puro Sistema! Que has vivido en él y de él toda tu vida, y que no sabes hacer otra cosa.

Con tal de seguir rompiendo cosas te internaste tan hondamente por la vía de la impostura que extraviaste el camino de regreso a la verdad. Confundiste la izquierda y la derecha, la historia y la propaganda, España con tus vesículas biliares, la audacia con la impunidad. En tu delirio de caballero de mesa cuadrada inventaste gigantes opresores donde solo había aspas de molino girando al 3%, y pagaste a pintores de corte feudal que tienen los santos cojones de llamarse periodistas. Aprendiste a llorar con el alma vacía, a pordiosear sin dejar de amenazar.

Perfeccionando una lucrativa tradición, te reivindicaste para los restos como el amo del chantaje victimista, de la lágrima pasivo-agresiva en la que se mojan y revuelven los papeles de colonia y de metrópoli, de pobreza y de riqueza, de egoísmo y de solidaridad. La moral que la justeza semántica protege se fue un día por el inodoro de Sant Jaume junto con tus escrúpulos marrones.

El cinismo se volvió compatible con el sentimiento más húmedo. El cosmopolitismo con las miras paletas de un desertor del arado. El ombligo nacional de la prosperidad con el culo desgarrado del ultraje.

Lo has roto todo, Artur. Todo lo que merecía la pena ser conservado. Solo dos circunstancias dejas intactas. El padrinazgo de Pujol, que sigue dando sombra a tu existencia como el día en que te apuntó con su dedo de extraterrestre retaco. ¡Cómo romper con la savia troncal! Tu nido habría caído de una de esas ramas que, como brazos rugosos, extendieron por quince sedes el provechoso magisterio de la evasión fiscal. En segundo lugar sale ilesa tu falta de sentido del ridículo. Ojalá puedas volver de él un día, cuando hayas terminado de dar clases de ruptura en Puerto Rico, o profeses de penitente en Montserrat, atendido por las hermanas Caram, Lapiedra y Marchante.

La justificación de una vida consagrada a la política es la entrega a la causa de unir, de coser, de aliar. Solo el diablo, dice la etimología griega, separa. Pero ni siquiera, Artur, has tenido talento para ser el Diablo: todo lo más un mefistófeles mezquino y doloroso que pronto será enterrado bajo la tierra fracturada que te hereda. Adiós, pobre hombre. Adiós.

lunes, 6 de julio de 2015

Lo que va de Rajoy a Cayo Lara


Lo que va de Rajoy a Cayo Lara

Los españoles que pagan impuestos desembolsaron más que nunca en 2014


 El Mundo: (05/07/2015).

Para que los españoles se hagan una idea del esfuerzo que el Gobierno de Mariano Rajoy les ha impuesto en materia tributaria, basta considerar que el adelantamiento del segundo tramo de su reforma fiscal significa que quienes ganan más de 60.000 euros pagarán un tipo de IRPF del 45% desde el 1 de julio de 2015. Ésta es exactamente la misma tarifa que Izquierda Unida quería imponer en este tramo en su programa electoral de 2011.

Éste es el tipo impositivo máximo con el que Rajoy pretende ganar las próximas elecciones. Hay que recordar que Cayo Lara quería imponer como tope un tipo del 50% a quienes ganaran más de 120.000 euros. Esa tasa también fue rebasada por el Gobierno del PP para las rentas de más de 175.000 euros en los últimos tres años.

Que Rajoy sobrepasó largamente las propuestas tributarias de IU lo puso de manifiesto en este periódico su ex director Pedro J. Ramírez en un artículo titulado Al camello ya le ha crecido la trompa, que publicó el 5 de mayo de 2013. El programa electoral de IU de 2011, con su propuesta de elevar del 43% al 45% el tipo que pagaban los ingresos de más de 60.000 euros, todavía se halla en internet.

Pero desde el PSOE hasta IU quedaron como unos socialdemócratas desteñidos después de que Rajoy demostrara que no sólo era capaz de subir el tipo máximo del IRPF del 45% al 51%, sino que llevó a cotas inimaginadas la tributación del IVA, la de los capitales o la del IBI con casi medio centenar de movimientos impositivos que su tímida reforma de 2014 no ha sido capaz de revertir.

Veamos el caso de un Juan Español que ha vivido en una comunidad autónoma con una fiscalidad media (excluidos los casos extremos de Cataluña por arriba y de Madrid y La Rioja por abajo) y que ganaba 70.000 euros en 2009. Entonces pagaba un 43% de IRPF. Como la subida a las rentas más altas aprobada por Zapatero en 2010 sólo afectó a los que ganaban más de 120.000 euros, cuando Rajoy fue elegido, el 20-N de 2011, ese ciudadano que ganaba 70.000 euros seguía pagando un 43% de IRPF.

El primer hachazo fiscal de Rajoy le supuso afrontar un recargo solidario de cuatro puntos, es decir tributar al 47%. Para rentas superiores, la subida fue de cinco o seis puntos más. Esa sobretasa iba a durar dos años, pero al final fueron tres. Y en 2015 a Juan Español no le ofrecieron alivio alguno: mientras quien ganaba más de 120.000 euros pasó de pagar del 49% al 47%, él siguió entregando su 47%. La última oferta del Gobierno del PP es que si sigue conservando su empleo y su renta de 70.000 euros, pague el 45% desde el 1 de julio. Para Juan Español es evidente que el Gobierno se burla de él y que las cosas le habrían ido algo mejor si hubiera votado a Cayo Lara.

El Ejecutivo dirá que la lucha contra el déficit le impide ser más generoso y volver a los niveles impositivos anteriores a diciembre de 2011. Esto pone de manifiesto su incapacidad para abordar el ajuste fiscal que España requería. Era preciso recortar más en el gasto público y fiarse menos de los incrementos impositivos. Eso suponía una reforma del Estado que el equipo de Rajoy fue incapaz de imaginar.

2014 es el año en que los españoles que pagan impuestos desembolsaron más que en toda su historia reciente. La carga fiscal llegó al 15,2% de las bases imponibles, cifra récord desde 1995, año en que la Agencia Tributaria inició la estadística. De hecho, la recaudación fue de 175.000 millones, la tercera más alta de la etapa democrática. Este ejercicio sólo ha sido superado por los 179.000 millones de 2006 y los 200.000 millones de 2007, en plena burbuja de crédito. Pese a esta cifra de impuestos recaudados, que ha supuesto un drenaje enorme de recursos de personas y familias, el Estado sigue presentando un déficit del 5,8% del PIB y una deuda que supera el billón de euros.

El Gobierno repartió mal los esfuerzos del ajuste. Cuando se refugia en asegurar que ya no había dónde recortar en el Estado, es que le ha faltado -cuando no valor- imaginación. Lo que es seguro es que a quienes ganan 70.000 euros, la diferencia entre Rajoy y Cayo Lara, cuatro años después, es nula.

 

jueves, 9 de abril de 2015

Página de inicio.

EL BLOG DE BIDARIA3

Este blog se crea para dar a conocer artículos de opinión publicados en la prensa nacional o extranjera, así como artículos del propio autor sobre temas de actualidad. Todos ellos tratan de analizar las raíces de los asuntos expuestos, las causas que los motivan, las soluciones si las hubiera y siempre con una orientación ética.

Con ello se trata de tomar conciencia de los problemas que aquejan a la sociedad española en general y a la vasca en particular como primer paso para llegar a ser sociedades éticamente más sanas y educadas.

INDICE

LA SOCIEDAD VASCA.

LA INFORMACIÓN Y LA LIBERTAD.

LOS PARTIDOS POLÍTICOS.

LA SOCIEDAD ESPAÑOLA.

POLÍTICA NACIONAL.

POLÍTICA INTERNACIONAL

CREENCIAS E IDIOLOGÍAS.

El euskera.



El euskara (otra vez)

 

ANDONI UNZALU GARAIGORDOBIL, EL CORREO – 08/04/15

Háganse esta pregunta: ¿Los vascoparlantes estamos discriminados en Euskadi hoy, o tenemos muchas más opciones de vida, profesionales y de todo tipo?

Hace unos días la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, recalcaba la «enorme generosidad de los castellanoparlantes» y «el riesgo de imposición del euskara con sanciones». Y, claro, el nacionalismo radical ha puesto el grito en el cielo. A mí me alegra que haya planteado el debate Idoia Mendia. Está bien que comencemos a hablar de forma abierta sobre las políticas lingüísticas públicas.

Y, sí, claro que ha habido una enorme generosidad por parte de la población castellanoparlante. ¿O no se acuerdan de la fuga de miles de maestros de las escuelas públicas en los primeros ochenta, seguido de una generación entera de profesores forzada a aprender euskara y a trabajar con su herramienta por excelencia –el idioma– demediada, como un pianista que toca con una mano amarrada a la espalda, y sin que todos estos años hubiera ninguna protesta laboral por ello? Por cierto, se diga lo que se diga, un esfuerzo que hemos pagado caro en la formación, o deformación, de nuestros niños.

¿O no se quiere reconocer que toda una generación entera de jóvenes vascos ha tenido que renunciar a los golosos puestos de la Administración pública para que sean repartidos a golpe de perfiles lingüísticos? ¿Eso qué es? ¿La rebelión de los castellanoparlantes?
Pero hoy quisiera proponer, brevemente, algunos puntos de debate, porque algo peor que la imposición es el silencio. Seguro que hay opiniones diferentes y legítimas, pero es bueno que salgan al debate público.

La lengua materna. ¿Se acuerdan cuando durante el tardofranquismo el nacionalismo reivindicaba el derecho a educar a los hijos en su lengua materna? ¿Se acuerdan ustedes? ¿Y qué diríamos ahora, cuando una inmensa mayoría de padres castellanoparlantes tienen hijos que estudian en una lengua no materna? ¿O no se dan cuenta de eso? Los nacionalistas solo reivindican este derecho cuando la Administración pública no permite la enseñanza en la lengua que defienden, pero una vez que controlan ellos la Administración se olvidan rápido de esto para hacer exactamente lo contrario.

La euskaldunización de la Administración. Los nacionalistas legitiman las políticas de requerimiento del conocimiento para acceder a la Administración (los perfiles) como único medio posible para euskaldunizar la Administración. Ya. ¿Pero cómo legitimamos euskaldunizar la Administración? Porque en el Estatuto y la Ley de Normalización no se recoge. Se recoge el derecho del ciudadano a ser atendido en cualquiera de los dos idiomas, cosa que es bien distinta. Alguno me dirá que el euskara no se exige en todos los puestos. Es verdad, no en todos, pero en muchos sí, y el resto también tiene perfiles; lo que quiere decir que en los puestos en los que no se exige al que sabe se le dan puntos extra. Es como si en una carrera de cien metros al que sabe euskara le quitamos un segundo de su tiempo. Los castellanoparlantes pueden correr, pero tienen que correr mucho más para llegar al mismo tiempo administrativo. Y qué decir de la universidad pública, que multiplica por territorios las facultades y, a su vez, en cada territorio los duplica por líneas lingüísticas. Así en una población de 2,2 millones de habitantes podemos tener seis facultades distintas por cada disciplina. Ni que todos fuéramos de Bilbao.

El derecho a hablar en euskara. Los nacionalistas reivindican con carácter absoluto el derecho de los vascoparlantes a hablar en euskara en todo momento y lugar. ¿Existe ese derecho? Pues según. Cuando están solos, claro. Al leer un libro, al ver un programa o cuando se juntan dos vascoparlantes que quieren hablar en euskara, no hay nada que se lo pueda impedir. Aunque, curiosamente, no se hace mucho uso de este derecho. Nada ni nadie me obliga a escoger el periódico que leo, pero la inmensa mayoría de vascoparlantes lee periódicos en castellano, libros en castellano o ve programas en castellano. En cambio, dicen que cuando se encuentran frente a una persona que no sabe euskara esta les impone el castellano, que no pueden elegir.

Ya. ¿Pero esa otra persona, que no sabe euskara o aunque lo sepa, no tiene el mismo derecho que él para elegir hablar castellano? ¿O solo hay derecho para elegir idioma siempre y cuando este sea el euskara, como decía Ford del color negro de los coches? El euskara no tiene los mismos derechos que el castellano. Bueno, en realidad los que tenemos derechos somos las personas, no las cosas. El euskara o el castellano no tienen derechos, son las personas que hablan en euskara o en castellano las que tienen derechos. Y bien, pongamos una persona que habla en castellano y otra que además habla en euskara con los mismos conocimientos de otras áreas. ¿Cuál de los dos tiene más derechos, más posibilidades? Háganse la pregunta un momento y respondan con sinceridad. ¿Se puede decir que los vascoparlantes estamos discriminados en Euskadi hoy en día, o es más acorde con la verdad que tenemos muchas más opciones de vida, profesionales y de todo tipo? Y, ¿entonces? Pues eso.

Y, finalmente, la igualdad de oportunidades. Curiosamente los defensores del euskara no le tienen mucho aprecio a este principio. Todas las personas debiéramos tener las mismas oportunidades ante la vida. ¿Cómo compaginamos los diferentes derechos individuales para, al final, garantizar, junto con la libertad, este principio básico? El Estatuto también recoge que «nadie será discriminado por razón de lengua». Bien. ¿Cómo encajamos esto con los perfiles, por ejemplo? Estaremos de acuerdo, y más en esta situación de paro y precariedad, que uno de los mayores bienes y que mejor garantizan la igualdad de oportunidades ante la vida es poder acceder a un puesto de trabajo estable, con buenas condiciones laborales y sueldo decente. A todos se nos ocurrirán de inmediato los más de 150.000 puestos de empleados públicos. ¿Impedir que, por no saber euskara, no se pueda acceder no quiere decir «discriminar por razón de idioma»?

Yo ya sé que no todos los que defienden el euskara mantienen las posiciones que aquí critico, pero estaría bien que comenzáramos un debate público sobre estos y otros temas. Porque, como decía, lo peor es el silencio.

Genocidas abertzales.



Genocidas abertzales

MIGUEL ÁNGEL RODRÍGUEZ ARIAS (El Mundo 08/04/2015).

El pasado 17 de marzo, el Parlamento de Navarra se convirtió a petición de Dignidad y Justicia en la primera institución en reconocer la existencia de una auténtica violencia de «limpieza étnica» -expulsiones forzadas de población, asesinatos selectivos y matanzas- por parte de la izquierda abertzale violenta y su brazo armado ETA.

En concreto, «limpieza nacional», pues tal era el carácter, en clave de «odio nacional», de las expulsiones mediante el terror y la coacción actuadas por ETA contra los «elementos anti vascos», «enemigos de la causa nacional vasca», «txakurra española», etcétera.

A partir de ahí, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (véase Jorgic contra Alemania) ha reiterado que los actos de expulsión forzada de población pueden representar bien «crímenes de lesa humanidad», bien «actos de genocidio». Basta acudir a los artículos 607 bis 2.4 o 607.1.4º del Código Penal para recoger dicho mismo paralelismo.

A lo que los «Elementos de crimen» de la Corte Penal Internacional añaden: «'Deportado o trasladado por la fuerza' es intercambiable con 'desplazado por la fuerza' (...) La expresión 'por la fuerza' no se limita a la fuerza física, sino que puede incluir la amenaza de la fuerza o la coacción, como la causada por el temor a la violencia, la intimidación, la detención, la opresión sicológica o el abuso de poder, contra ésa o esas personas u otra o aprovechando un entorno de coacción».

En particular, y según el criterio del alto tribunal europeo, refrendando, a su vez, el previo criterio del Tribunal Supremo Federal de Alemania, y de su Corte Constitucional, si ante conductas de expulsión forzada de población concurren también asesinatos de miembros del grupo perseguido, estaremos ante propios actos de genocidio, ante el intento de destruir la «presencia geográfica» del grupo como unidad social.

«Expulsar a miles de seres humanos para llegar a alterar el censo electoral en ningún caso es un delito ordinario»

Pero lo que es seguro es que expulsar a miles de seres humanos como para llegar a alterar el censo electoral, no ya de una, sino de hasta dos comunidades autónomas, en ningún caso es un delito ordinario. Es un crimen internacional imprescriptible. Uno que todavía no ha sido enjuiciado.

Y es por todo ello que el nerviosismo desatado entre la izquierda abertzale violenta y la propia ETA es más que significativo en estos momentos.

Los jefes de ETA saben que, con sus asesinatos (uno de cada dos casos, además, hasta 377, todavía en la impunidad), paralelamente, también intentaron, una y otra vez, la expulsión forzada de población como instrumento para hacer realidad su Euskal Herria del genocidio.

Y saben que una y otra vez lo dejaron por escrito en numerosos comunicados públicos, plenamente idóneos para provocar dicha huida forzada de población por el terror. Cada uno de ellos, además, con su propia víctima mortal a la vista para demostrar, de la manera más trágica posible, que no se trataba sólo de retórica sino de amenazas muy concretas:

«Son 'abertzales' los que colaboran con la Resistencia Vasca; los que se oponen a ella o la boicotean, serán barridos».
(Primer manifiesto nacional de ETA, 1964).

«(...) sólo les resta una solución, marcharse fuera de las cuatro regiones históricas de Euskadi Sur en caso contrario corren el riesgo de ser, poco a poco, pero inexorablemente eliminados, uno por uno o en grupo».
(Comunicado de ETA de 4/11/1978, asesinatos de Rafael Recaola Landa y Juan Cruz Hurtado).

«ETA continuará atacando como lo ha hecho con Lisardo Sampil y José Luis Vicente a todo elemento colaborador o confidente, hasta que se decidan a abandonar definitivamente el territorio vasco».
(Comunicado de ETA de 2/1/1979, asesinatos de Lisardo Sampil Belmonte y José Luis Vicente Cantón).

«(...) continuaremos desarrollando nuestra actual campaña armada ofensiva contra todos los enemigos de la causa nacional y social del Pueblo Trabajador Vasco, hasta que abandonen el territorio vasco».
(Comunicado de ETA de 21/5/1979, asesinato de Antonio Pérez-García).

«(...)ETA continuará golpeando a los agentes paralelos y bandas de chivatos que constituyen el soporte básico del régimen dictatorial militar (...) hasta su total exterminación o hasta que reconsideren su peligrosa e insegura situación y se decidan a abandonar definitivamente Euskadi Sur».
(Comunicado de ETA de 23/2/1980, asesinato de José Miguel Palacios Domínguez).

«Hemos considerado que Felipe Extremiana no tenía razón de continuar su vida en Euskadi Sur y, al haberse negado a abandonarlo, hemos procedido a su ejecución».
(Comunicado de ETA de 24/10/1980, asesinato de Felipe Alejandro Extremiana Unanue).

Basta leerlos para que cualquiera pueda entender por sí mismo el enorme alcance jurídico, muy por encima de cualquier delito ordinario, de toda esta cuestión. Más aún cuando el Alto Comisionado para los Derechos Humanos del Consejo de Europa, en 2001, o el propio Ararteko en su informe extraordinario de 2009, han reconocido la existencia de tales desplazados forzosos a causa de ETA:

"Genocidio no es sólo la destrucción total del grupo. Es también la destrucción intencional de parte del grupo"

«La violencia terrorista ha provocado el exilio de numerosas personas que se han marchado fuera de Euskadi para evitar la amenaza contra sus vidas y sus derechos más elementales, para buscar seguridad para sí y para los suyos, y para soslayar la presión social de los simpatizantes de ETA».

Y ello sin olvidar que los crímenes de lesa humanidad o los actos de genocidio cometidos «por un Estado o una organización» (artículo 7.2 a) del Estatuto de Roma) no dependen del «número»; ni que una organización terrorista no deja de serlo por perpetrar, indistintamente, distintos crímenes de Derecho Penal nacional o internacional según le convenga (parágrafo 129 a) del Código Penal alemán, sin ir más lejos).

O que genocidio no es sólo la destrucción «total» del grupo («física» o de su «presencia geográfica») sino que genocidio es también la destrucción intencional «de parte» del grupo, y que ha sido el propio Panel de Expertos de Naciones Unidas el que ha precisado que colocar al conjunto del liderazgo (político, intelectual, etcétera) del grupo perseguido en el punto de mira se considera una «parte muy cualificada» del mismo, y una acción tendente a «descabezarlo», privarlo de sus mejores líderes, de modo que se sometiese más fácilmente al resto.

Y que hacer esto último representa un «fuerte indicio» de política de «genocidio»; reforzado, a su vez, de hallarnos en presencia, además, de asesinatos de miembros del Law Enforcement (no sólo policías, también jueces y fiscales en el concepto anglosajón) para debilitar así la protección del grupo en el territorio.

Es decir, exactamente lo que la organización terrorista ETA perpetró durante décadas en España. Por eso con su comunicado de este domingo tratando de contestar, por primera vez la propia ETA, las acusaciones de crímenes contra la humanidad y actos de genocidio que pesan sobre ella, Ternera y los suyos acaban de dejar de manifiesto su preocupación por los avances de toda esta nueva línea de acción jurídica, y su llamamiento a la izquierda abertzale para que haga algo.

Y es verdad que 45 jefes históricos de ETA, con nombres y apellidos, y casi 200 mandos intermedios tienen buenos motivos para preocuparse.

Miguel Ángel Rodríguez Arias es abogado especializado en Derecho Penal internacional, autor de las primeras investigaciones jurídicas sobre las desapariciones forzadas del franquismo y dirige la acusación por lesa humanidad contra ETA en la Audiencia Nacional.

viernes, 3 de abril de 2015

Respeto a la mayoría.



Respeto a la mayoría

LUIS MARÍA ANSON (El Mundo: 02/04/2015).

En la España de la Monarquía de todos se puede ser budista, se puede ser sintoísta, se puede ser mahometano, se puede ser judío, se puede ser hinduista, se puede ser agnóstico, se puede ser ateo... y todos esos sentimientos tienen garantizados el respeto dentro de la ley. Nadie duda seriamente de que esto es así. Una de las claves de la democracia pluralista plena es el respeto a las minorías.

En España todos los fines de semana acuden a los templos católicos por encima de los 11 millones de personas, es decir un número superior al que cada cuatro años vota al partido mayoritario. Nadie ha sido capaz de reunir en España, ni de lejos, asistencias como las que se han producido en reiteradas ocasiones en torno al Papa. A pesar de los más pintorescos obstáculos administrativos, el 80% de los padres de familia solicitan para sus hijos el estudio de la religión católica. Y las cifras de atención religiosa en nacimientos y muertes mantienen porcentajes abrumadores. Sin embargo, hay minorías excluyentes que pueden destrozar la capilla de una Universidad señera con la complacencia de ciertas autoridades. Y los despropósitos contra la Iglesia Católica, los improperios, las cicaterías, las insidias y las calumnias son constantes. Si el respeto a las minorías religiosas y a los que no creen constituye una de las bases de la democracia ese respeto debe extenderse sin reticencias, claro es, a la mayoría religiosa que, en España, corresponde abrumadoramente al catolicismo.

En los últimos días, algunos articulistas, ciertos tertulianos, determinados comentaristas han proclamado como todos los años que la Semana Santa se ha paganizado y que se debería modificar su nombre para llamarla Fiesta de Primavera. Ciertamente, la prosperidad económica permite a millones de ciudadanos desplazarse de su residencia habitual y disfrutar de unos días de vacaciones. Pero eso no resulta incompatible con el ejercicio religioso. La realidad de estos días es que los templos están repletos, que en los oficios no cabe un alfiler y que en las procesiones participan centenares de miles de nazarenos. Millones de fieles, aparte de turistas y curiosos, abarrotan las calles en ciudades y pueblos de toda España para contemplar los pasos tradicionales.

Negar todo esto es negar la evidencia. Tras los oscuros años del nacional catolicismo y la dictadura, el sentimiento religioso de los católicos se manifiesta ahora en España con libertad, sin beaterías ni imposiciones. Y de forma firme y sin fisuras. Los profetas del ocaso del sentimiento católico llevan muchos años haciendo el ridículo. Y lo que les queda.

En los templos españoles, a la espera de la estación clave del Vía Crucis que es la Resurrección, se escuchan estos días las palabras más emotivas del Evangelio: «Triste está mi alma hasta la muerte. Quedaos aquí y rezad conmigo». Dos milenios después, todavía se estremecen los olivos dorados de Jerusalén ante la agonía del Cristo, del Hijo de Dios vivo, de la palabra, del Verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros. «Y su afanoso sueño de sombras -remedando el verso del autor de La voz a ti debida- será otra vez el retorno a esta corporeidad mortal y rosa donde el amor inventa su infinito».