martes, 8 de marzo de 2022

Elegía a los mártires ucranianos.

 

Vivimos un tiempo amargo y triste para todos,

y muy especialmente para los ucranianos

a los que queremos arropar con nuestro consuelo

y nuestra oración.


Hoy se está matando a seres indefensos,

personas buenas, trabajadoras,

hombres y mujeres, padres e hijos,

seres inocentes con rostro humano.


Hoy el odio ha anidado en el alma de unos malvados.


Tanta perfidia nos llena de tristeza

y una vez más nos interpela,

nos hace preguntarnos

por el sentido de nuestra vida.


Modestamente me atrevo a recordar,

que nuestras vidas no son un azar,

una casualidad, un absurdo que se extingue

en la inmensidad de la nada.


Nuestro credo cristiano enseña

que venimos de Dios y a Él retornamos.

Que Jesús es nuestro camino

nuestra verdad, nuestra vida.


Amados mártires, siempre os recordaremos.

Hoy ya descansáis en la casa del Padre.


A las personas de bien os ruego que os améis,

permaneced en su recuerdo unidos

en la esperanza de un reencuentro glorioso.

Que el Señor, nuestro Dios, os bendiga.


Y a vosotros, asesinos, os maldecimos.

Incapaces de compasión, sin una brizna de amor,

no habrá espacio para la misericordia divina,

y quedaréis diluidos, pulverizados en la nada.

Más os valiera no haber nacido.


José María Ugarte.