lunes, 9 de diciembre de 2019

El principal problema de España


Los españoles, el principal problema de España


José Bidaria (9-12-2019)

El pasado jueves, día 14 noviembre de 2019, publicaba el diario El Mundo un artículo de Arcadi Espada en el que, refiriéndose a las elecciones generales al Congreso y Senado, decía:

Este 10 de noviembre los ciudadanos sabían quién era Pedro Sánchez y en justa correspondencia a su sabiduría Pedro Sánchez les ha empaquetado con un lacito amarillo su voto llamando a la formación de un gobierno de sedición nacional.
Por lo tanto, como en el caso de Cataluña, es el momento de reconocer cuál es el problema auténtico. El problema catalán no es Junqueras ni Puigdemont sino los dos millones de catalanes que votan contra la democracia. Simétricamente, el problema no es Sánchez sino el 53% de españoles que han votado a partidos capaces de incorporar a un partido sedicioso a un acuerdo de Gobierno. Adviene el grave momento de reconocer que España tiene un problema con los españoles”.

Ciertamente el problema denunciado por el escritor no es nuevo. Ya quedó reflejado meriadianamente claro en el discurso de despedida del rey Amadeo I de Saboya en 1873, harto de la situación de ingobernabilidad en que estaba sumida España y que él no pudo soportar, renunciando a ser rey. Entresaco la parte del discurso que me interesa destacar:

Grande fue la honra que merecí de la nación española eligiéndome para ocupar su trono...honra rodeada de las dificultades y peligros que lleva consigo la empresa de gobernar un país tan hondamente perturbado... Dos años largos he ceñido la corona y España vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fueran extranjeros lo enemigos de su dicha, entonces, al frente de sus soldados tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra agravan y perpetúan los males de la nación son españoles; todos invocan el dulce nombre de la patria; todos pelean y se agita por su bien, y entre el fulgor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamor de los partidos, entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinión pública, es imposible afirmar cuál es la verdadera, y más imposible todavía hallar remedio para tamaños males. Los he buscado ávidamente dentro de la ley y no los he hallado”.

Lamentablemente 146 años después de estas palabras de despedida del rey Amadeo I la situación política no ha cambiado mucho.