Saboreando.
Pablo Martínez
Zarracina. El Correo 29-3-2017.
Ayer Arnaldo Otegi pareció confundir
el desarme de ETA con la inauguración de la temporada de sidra, al
definir con énfasis lo que ocurrirá el día 8 como algo que una
organización ”creada en este país por la gente de este país” va
a hacer “frente a este país y con la participación de este país".
Sucedió en una entrevista en Onda
Vasca y Otegi pasó por alto que esa organización creada en este
país por gente de este país se caracterizó por asesinar y
extorsionar, también, a gente de este país.
El detalle dificulta el entusiasmo ante
sus invitaciones a las que quizá haya que acudir, pero no con
alegría sino con la mandíbula apretada: como un cirujano ante
cualquier infección seria.
“Vamos a saborear también en
términos políticos con respeto a todo el mundo sobre lo que va a
suceder”, dijo Otegi. ¿Saborear? La nota de cata resultante será
para verla: hierro oxidado, sangre, capuchas, testosterona, terror,
desperdicio, un irremediable gusto a fanatismo.
TXETX (1)
Extracto del Artículo
de Luis Haranburu Altuna. El Correo de 29-3-2017.
Poco o nada le resta a ETA
de su anterior poder basado en el terror, pero aún aspira con cierta
plausibilidad a determinar un relato que falsea su verdadero sino y
perfil. En esa labor cuenta con la complicidad de la comunidad
abertzale que tiende a creer en las ruedas de molino que la
mitografía nacionalista se resiste a desarmar.
Desarmar en Euskadi
significa no sólo inutilizar unas pistolas sino desmontar todas
aquellas funestas creencias que armaron el brazo ejecutor de ETA;
creencias que siguen vigentes y son compartidas por la cultura
hegemónica que un día miró hacia otro lado cuando ETA asesinó,
extorsionó y aterrorizó.
El verdadero desarme en
Euskadi sólo se hará realidad cuando los postulados que dieron
lugar a ETA se sometan a la cuarentena de la razón y al filtro de la
convivencia democrática. El desarme sólo será una realidad cuando
el nacionalismo asuma la pluralidad de la ciudadanía vasca y el
imperio del Estado de Derecho. El imperio del principio de realidad
que se aviene mal con la ensoñación victimista del país dominado.
(1)
Jean-Nöel Etcheverry, alias “Txetx”, mediador civil en el
desarme de ETA.